El objetivo de la DP es influir indirectamente en el comportamiento o toma de decisiones de un gobierno extranjero por medio de la opinión pública de sus ciudadanos o de aquellos grupos cercanos al poder. Si bien Alan Henrikson [1] asegura que la DP es raramente un factor decisivo en la política exterior, reconoce que es un accesorio cuyo valor se ha incrementado significativamente en los últimos años. La comunicación de ideas así como de información se ha convertido en una de las formas más poderosas de acción. Ese autor considera que la opinión pública se está convirtiendo en el árbitro de la historia [2].
La DP tiene dos principales públicos objetivo: el interno (nacional o doméstico) y el externo (extranjero) [3]. En casa, asegura K. Rana, la DP tiene varios objetivos interrelacionados: primero, que especialistas, miembros de instituciones académicas y otros actores interesados apoyen las metas oficiales de política exterior: Es, al mismo tiempo, una labor ofensiva y defensiva. Segundo, una opinión “educada” es un activo para todo gobierno. En particular desea que la comunidad vinculada con la política exterior aprecie sus políticas públicas en la materia. Finalmente, el gobierno también necesita el apoyo del público en general respecto de su política exterior.
Para la atención del público doméstico selecto los ministerios mantienen visitas informales y contactos personales al más alto nivel; para otras audiencias, los mantienen una página de Internet en la que publican información general así como materiales de divulgación pública. En dicha página, algunos ministerios permiten a los usuarios iniciar un diálogo con ellos algunos temas selectos. Además, los gobiernos pueden llevar a cabo asambleas, conferencias y seminarios. El Parlamento o Congreso nacional es otro foro de la mayor relevancia que es abordado por los ministros a través de los canales formales, tales como comisiones y subcomisiones. Finalmente, las cancillerías deben acercarse a la provincia para explicar la política exterior y obtener su apoyo; baste mencionar la relevancia que pueden tener las ciudades fronterizas mexicanas en diversos temas de la agenda bilateral con Estados Unidos.
Apropósito del exterior, K. Rana, destaca que los ministerios hacen uso de la DP para dirigirse a los públicos selectos como agencias no estatales, individuos influyentes e instituciones que participen en la dirección de la política del país anfitrión respecto del nuestro o de nuestros temas de interés. Además, atienden a medios de comunicación extranjeros, quienes pertenecen a una categoría especial, ya que son la ventana a través de la cual el mundo ve a nuestro país. También deben dirigirse al público en general, que es quien al final recibe las imágenes de estereotipos de nuestro país. Finalmente, deberán tratar de proyectar nuestra “marca país” [4] de la mejor forma.
Ciertamente, los públicos extranjeros son la prioridad para los Ministerios. Para ello, deben identificar a los grupos que inciden de manera directa en la toma de decisiones o que ejercen influencia en los resultados oficiales. Existen diversos métodos para hacerlo, los más comunes, de acuerdo con Rana, son la movilización de “thinks tanks” domésticos y otras instituciones para acercarse a sus contrapartes. Además, los gobiernos recurren a sus redes de contactos para tratar de identificar potenciales aliados no oficiales en el país anfitrión al momento de poner en marcha su estrategia. Tercero, los grupos Parlamentarios son un objetivo particularmente importante. Cuarto, es fundamental elaborar listas de actores clave y mapas de poder para desarrollar estrategias asertivas. Finalmente, acercarse a las comunidades étnicas (migrantes) en el extranjero para que apoyen a su país de origen.
Notas[1] HENRIKSON, Alan K; “What can Public Diplomacy Achieve?”; Discussion Papers in Diplomacy; Netherlands Institute of International Relations “Clingendael”; ISSN 1569-2981; 2006; pp. 38. [2] HENRIKSON, p.2. [3] ANA, Kishan, “Public Diplomacy: Concepts & Methods”, presentación para el curso “Public Diplomacy”; Diplomatic Foundation; 2007; mimeo. [4] “Algunos analistas hablan del nacimiento de un nuevo tipo de Estado globalizado, el Estado-Marca (van Ham: ‘The rise of the brand state’, Foreign Affairs, 2001, 80 (5)). Los Estados están cada vez más conscientes de la importancia de su imagen, de su reputación, es decir, de su marca”. NOYA, Javier, “La imagen exterior como política de Estado”; Real Instituto El Cano; ARI Nº 64-2002 - 3.10.2002.
VIDEO: Geoffry Wiseman, profesor de Diplomacia Pública de la Universidad del Sur de California habla sobre el futuro de la Diplomacia Pública (agosto 1, 2008).